El Ordenamiento Monetario trajo la eliminación de la moneda libremente convertible (CUC), el aumento de los salarios y de los precios de servicios básicos, pero también la modificación de los costos de un gran grupo de medicamentos. Cambio que, al igual que algunos otros, ha suscitado muchas inconformidades y controversias. 

Una de las cuestiones en la que más han surgido muestras de preocupación concierne a la situación de los jubilados en el país. Este es un debate encabezado por la pregunta: ¿pueden las pensiones cubrir todas las necesidades de las personas retiradas, entre ellas, fundamentalmente, la de medicamentos?

Una de las preocupaciones de la población es si la pensión mínima de 1528 pesos alcanzará para costear los nuevos precios de los medicamentos no controlados (Imagen tomada de Granma)

La Resolución 28 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) en la Gaceta Oficial Extraordinaria No.69 emitida el 10 de diciembre del 2020, establece que la pensión mínima para los jubilados es de 1528 pesos, valor de la canasta básica tras el Ordenamiento Monetario.

De nuevo, surge otra pregunta, ¿con 1528 pesos se garantiza el acceso a los medicamentos por parte de este sector, más vulnerable en problemas de salud, que alcanza la cifra de un millón 700 mil en Cuba?

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Como parte de la Tarea Ordenamiento, se establecieron los precios minoristas de los medicamentos expendidos en la red de farmacias, así como las tarifas de los servicios que presta el Centro Nacional de Ortopedia Técnica Cuba-RDA, las asociadas con el calzado profiláctico y los vinculados con las ópticas.

Si bien se impondrá un aumento de los precios de fármacos básicos como los analgésicos y antibióticos, tan solicitados por la población cubana, el 46 % de los medicamentos serán subsidiados por el presupuesto del Estado y mantendrán su precio actual.

A pesar de que muchos fármacos aumentarán sus precios, el 46% de los medicamentos serán subsidiados. (Imagen tomada de Cubadebate)

Entre estos se encuentran los medicamentos que se dispensan por tarjetas de control o tarjetones, los cuales se expenden a las personas que padecen de enfermedades crónicas tales como, hipertensión, diabetes, asma bronquial, entre otras.

Asimismo, se mantiene igual el costo de productos de medicina natural y tradicional, productos de óptica, artículos de ortopedia y sus servicios de reparación. Además, las medicinas que se brindan en los hospitales y centros de salud continúan con su carácter gratuito.

Para Guillermo Pérez Cartaya, operado hace cuatro años de un tumor cerebral, hipertenso y retirado con 1528 pesos, que los medicamentos controlados no aumenten sus precios es un factor beneficiador en pos de su salud y economía. Guillermo, además, recibe vacunas gratuitas en el hospital en el que se atiende, así como pastillas de suero, analgésicos y antibióticos en menor precio.

Sin embargo, producto a los dolores de cabeza que lo acompañan casi todos los días, muchas veces los analgésicos como la dipirona no le alcanzan y le es necesario adquirirlos en farmacias locales a su precio común. Ahora que el coste subirá, confiesa que ha tenido que disminuir su dosis.

La dipirona, tan solicitada por los cubanos, es uno de los fármacos que tendrán un aumento en sus costos.

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Entonces, ¿por qué el aumento de los precios de los medicamentos, vinculados en su mayoría a enfermedades temporales? Emilio Delgado Iznaga, director de Medicamentos y Tecnología Médica del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), explicó en la Mesa Redonda del 29 de diciembre del 2020 que el país cuenta con un cuadro básico de 619 fármacos para 2021. De estos, 365 son producidos en la industria farmacéutica nacional y 254 son importados.

Para la Tarea Ordenamiento se trabajó con un cuadro básico de 757 medicamentos, un cuadro ideal, pero costoso, que representa un gasto superior a los 400 millones de dólares, refiere el Dr. Delgado Iznaga.

De igual manera, la Ministra de Finanzas y Precios, Meisi Bolaños Weiss, comentó que muchos de los medicamentos se subsidian con el presupuesto pero que en muchos casos hay que pagarlos a las empresas productoras y pagar su importación.

La medicina lleva economía. Tenemos que seguir respaldando la industria farmacéutica y biotecnológica en nuestro país, porque será también un modo de abaratar los costos en la producción de medicamentos y nos permitirá vender a la población medicamentos a precios más bajos que si debemos importarlos.

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Por otra parte, Hilda Enrique Manzano, jubilada reincorporada como profesora en la escuela pedagógica Vilma Espín, alega que ella no presenta ningún padecimiento crónico, pero piensa que la pensión sí alcanzará si es para la compra de los medicamentos controlados. A pesar de eso, Hilda tiene fe en que su jubilación le sea suficiente para sufragar todos sus gastos incluidos los de los medicamentos que no son controlados. De todas formas, afortunadamente, ella casi nunca se enferma.

¿Y qué sucede con los que no cuentan con la misma suerte de Hilda, con aquellos ancianos que, en contraste, sean muy enfermizos, o presenten los comunes achaques de la vejez? ¿Y si no les alcanza la pensión para pagar un tratamiento de siete o diez días con un antibiótico, por ejemplo?

Medicamentos como los antibióticos de uso temporal experimentarán un considerable crecimiento de sus precios.

En la misma Mesa Redonda, Bolaños Weiss destacó que “en esos casos, están las estructuras y normas en cada consejo popular y en cada municipio a través de las direcciones de trabajo, y todo lo relacionado con la asistencia social.”

Aquella persona -agregó- que por sus bajos ingresos o una situación determinada, necesite una ayuda para acceder a esos medicamentos, tiene que dirigirse al trabajador social, a la Dirección de Trabajo, al médico de familia, para que pueda recibir la atención desde la asistencia social por su vulnerabilidad.

¿Cuántos se encontrarán en esta situación? Esperemos que el número no sea tan alto.

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Por Roxana Reina Lorenzo

Estudiante de Periodismo jugando a ser periodista. Versatilidad es mi palabra favorita. Septiembre de 2019 marcó el comienzo de esta aventura.

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