Con la cifra de 937 confirmados al nuevo coronavirus cerró la jornada de ayer 15 de febrero en Cuba, según fue informado en la mañana de hoy por el doctor Francisco Durán García, Director Nacional de Epidemiología.
En comparación con días anteriores la cifra reportada demuestra un repunte de casos positivos a la virulenta enfermedad. Aunque aún no alcanza el record de incidencia, el número es de preocupar por la cantidad de 904 casos autóctonos, lo cual demuestra que el problema sanitario está puertas adentro del país. Las medidas tomadas en las fronteras internacionales han permitido frenar el número de casos importados y la trasmisión a personas nacionales.
Ya los visitantes foráneos no son la principal causa aunque hayan llevado al país a la situación epidemiológica actual. Las celebraciones en días recientes y las violaciones en las medidas orientadas son también el motivo de los números que hoy vemos. ¡Tratemos de, en el futuro, no echar miras al pasado con arrepentimiento! Ahora podemos mejorar, con disciplina, la situación del SARS-Cov-2 en el país.
Por otra parte, y como muestra de la dispersión de la covid-19 en Cuba, las provincias más afectadas son La Habana, Guantánamo, Santiago e Isla de la Juventud, lejanas entre sí pero con un punto en común: la complejidad sanitaria en sus territorios. En cuánto a los municipios, aquellos que mayores adversidades presentan son La Habana Vieja, Centro Habana y la capital provincial de Guantánamo.
En otro orden de información, el fallecimiento de cinco pacientes, no todos de la tercera edad, permite vislumbrar la letalidad del virus. No obstante, su control es posible, en la jornada de ayer lo demostraron la provincia de Matanzas y el Municipio Especial Isla de la Juventud sin ningún nuevo paciente diagnosticado.
Para culminar, y como ya es costumbre, el titular del sector llamó a las administraciones laborales a implementar las medidas orientadas por las autoridades del Gobierno, el Partido y Salud Pública para así frenar la propagación de este en territorio nacional. Vale la pena rememorar anteriores eventos institucionales para saber cuántos prejuicios puede causar a la salud y a las economías.