El presidente norteamericano, Joe Biden, solicitó al Congreso de Estados Unidos un paquete de más de 105 000 millones de dólares que sería destinado a ayudar a Israel y Ucrania, abordar la crisis migratoria y contrarrestar a China. Sin embargo, existe la posibilidad de que este pedido quede en nada debido al caos que se vive en la Cámara de Representantes.
En su discurso, Biden vinculó el ataque de Hamás a Israel con la invasión rusa de Ucrania liderada por Vladimir Putin, afirmando que ambos intentan “aniquilar” democracias. El presidente busca convencer a los estadounidenses de que Estados Unidos debe seguir siendo un referente para el mundo y que alejarse de Ucrania y dar la espalda a Israel no vale la pena.
En su opinión, las grandes sumas de dinero destinadas a Ucrania y a Israel (61 400 millones de dólares en ayuda para Ucrania, siendo 30 000 millones en armas y 14 000 millones de dólares para Israel, siendo 10 600 millones en armas) protegerían los intereses estadounidenses para las generaciones futuras.
Sin embargo, este pedido llega en un momento complicado, ya que el Congreso lleva casi tres semanas sin poder aprobar ningún proyecto de ley debido a que los republicanos no se ponen de acuerdo para elegir un presidente de la Cámara de Representantes, donde tienen mayoría. El presidente anterior fue destituido por un grupo afín al exmandatario Donald Trump.
La cámara sigue sin encontrar una solución, y ha sufrido su tercera derrota en cuatro días con un aliado de Trump, Jim Jordan.
Shalanda Young, directora de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, expresó en una carta al Congreso: “El mundo está observando y los estadounidenses esperan, con razón, que sus líderes se unan y cumplan con estas prioridades”.