Por Mónica Delgado Abascal

Calle 47 no. 772 entre Tulipán y Conil, Nuevo Vedado. Letras Arial en la fachada tallan su nombre. Antes, su última casa. Ahora, un centro de estudios sobre su vida y obra. Ernesto Che Guevara, el hombre nuevo. 

La casa que no fue museo

Desde de 1962 hasta su partida definitiva para el Congo en 1965, el Che vivió en esta casa. Aleida March y los niños continuaron habitándola hasta 1983, cuando Fidel le propone a Aleida convertirla en museo. 

Dicha idea no la convenció del todo “porque ella se recordaba mucho de cuando el Che expresó a su madre en una carta desde México, que con los cubanos él había aprendido la importancia del nosotros por encima del yo y por lo general los museos hacen alusión a una persona en particular”, narraba Daína Rodríguez González, Investigadora del centro.

Por otra parte, Aleida tenía una maleta que había traído un amigo del Che dese México después del triunfo de la Revolución cubana. “Esta maleta tenía documentos, papeles y objetos personales, los diarios del primer y segundo viaje a América Latina, estudios de medicina, algunas fotografías y apuntes de filosofía. Y ese acto de conservación de Aleida, en contra de la decisión del Che de desecharlo todo, fue el acto fundacional del archivo personal del Che”.

Imagen cortesía de la entrevistada

Comenzó así todo un proceso de investigación, clasificación, trascripción y organización de lo conservado.

“Fue iniciado por Aleida y María del Carmen Ariet, una joven investigadora que la misma esposa había captado, actual Coordinadora académica del centro. Y ya en la década del 90 se había realizado este trabajo y publicado además algunos títulos, partes de esa obra, que se adjuntó a la edición de autores que Casa de las Américas había sacado en los años 70”.

Sin embargo, el archivo necesitaba algo más. “Necesitaba no solo basarse en la teoría sino también divulgarla o llevarla a la práctica de diferentes maneras, en parte respetando ese espíritu del Che de ser teórico de la práctica”.

Así surge el Centro de Estudios Ernesto Che Guevara. “Se construye un nuevo edificio más amplio para responder a todas estas necesidades. Adquiere una estructura doble: una Coordinación Académica dirigida por María del Carmen, cuya tarea era realizar todas las investigaciones partiendo del problema principal: el estudio de la vida y obra del Che desde sus distintas facetas. Asimismo, se encarga de la conservación del archivo con esos documentos llamados Colección Vida y Obra de Ernesto Che Guevara” (desde 2013 reconocida por la UNESCO como parte del Programa de la Memoria del Mundo en la categoría internacional). 

“La otra parte de la estructura es una Coordinación de proyectos alternativos dirigida por Camilo Guevara March, encargada de traducir los resultados de las investigaciones del ámbito académico hacia una práctica extensionista y comunitaria, también enfocado en las artes, las diferentes manifestaciones, la realización de audiovisuales, aplicaciones para teléfonos móviles, etc”.

“Son dos áreas que tienen que ir de la mano, muy unidas porque una bebe de la otra y ahí está el valor más grande que puede tener el centro como institución, donde las investigaciones adquieren un verdadero impacto social”.

El centro cuenta con varios espacios nombrados con personas importantes para el Che, por ejemplo, la galería Haydee Santamaría, el teatro Santiago Álvarez, la sala de lecturas José Carlos Mariátegui, espacios dedicados al Che y a la vez a figuras con las que tuvo contacto, de las que aprendió o que se sintieron también muy identificados con su figura.

A pesar de haber sido remodelada y ampliada, la casa aún conserva intacto el despacho personal del Che o como a él le gustaba llamar “Santuario”. Este es un local pequeño que solo consta de un escritorio, cuatro sillas y un gran librero, que mantenía bien organizado por temas y autores. “Para mí no hay nada más personal que sus libros”, afirmó Amanda Terrero, colaboradora del centro y estudiosa de las marginalias del Che.

La casa aún conserva intacto su despacho personal. Imágenes cortesía de la entrevistada.

Más allá del centro

Mitificar a menudo las personalidades de nuestra historia, es un acontecimiento bastante frecuente en la actualidad, sobre todo cuando se enseña desde pequeño a aprenderlos a partir de las visiones que tienen otros de esas figuras.

El Centro de estudios Ernesto Che Guevara se ha propuesto, entre otras cosas, hacer llegar al pueblo un Che más humano, mucho más cercano. Para ello desarrollan diversas actividades. 

Imagen cortesía de la entrevistada

Primeramente, se llevan a cabo “actividades de investigación, conservación y divulgación del archivo, que no solo desarrolladoas de la vida del Che, pues una de las investigaciones más importantes realizada por María del Carmen fue la participación que tuvo en la búsqueda de los restos del Che en Bolivia, ella aportó la parte del estudio socio-histórico y fue una investigación que tuvo grandísimo impacto y se logró descubrir esos restos 30 años después de la muerte de él y sus compañeros”. 

Luego se contempla “la repercusión de estas actividades en el proyecto editorial, constituyendo una de las acciones más significativas porque se ha propuesto publicar la obra del Che por el Che, sin intermediario, para darle al lector directamente su palabra, que además tuvo a virtud o tenía el hábito de escribir prácticamente todo cuanto le ocurría, dejaba mucho testimonio escrito y eso ha sido muy bueno para el proyecto”.

También la institución realiza eventos, charlas, conferencias, presentaciones de libros, exposiciones fotográficas, entre otras acciones. Pero, “sin dudas, el proyecto de mayor impacto social es el de extensión comunitaria. Consiste en una serie de talleres de creación infantil que están coordinados con psicólogos”. 

Surgió en el 2007, a raíz de una investigación de comunicación social de Disamis Arcia sobre el modo en que se estudiaba al Che en la escuela primaria y el resultado fue que la manera en la que se estaba dando el Che a los niños era sobre todo con énfasis en el Che guerrillero, en su muerte y a partir de visiones de otras personas, generando más allá que una empatía entre el niño y la figura, un distanciamiento porque no se sentían identificados con la manera de ser del Che.

Imagen cortesía de la entrevistada

Entonces desde el 2014 se consolida esta idea de lograr la identificación de los niños con el Che a través de talleres de generación infantil, aunque solo se matriculan los infantes en grados desde tercero hasta sexto.

“En este momento son 5 los talleres que han tenido mayor sistematicidad: el ajedrez, porque el Che era un amante del deporte y era muy buen jugador y con el mismo criterio que él tenía de emplearlo en el desarrollo del intelecto, se imparte en conjunto con el ISLA (Instituto Superior Latinoamericano de Ajedrez)”.

“También tenemos un taller de medio ambiente, impartido por profesores del pedagógico además de que el centro cuenta con paneles solares y eso también se les explica a los niños”.

Un taller de cerámica cuya fundamentación es el gusto que tenía el Che por las culturas precolombinas, quienes tenían entre sus prácticas fundamentales la cerámica. El espacio se llama Camilo Cienfuegos porque él había pasado un curso de escultura en San Alejandro y así sirve para hablar de la amistad de ellos dos. 

“Tenemos un curso de dibujo que el Che en su adolescencia había pasado unos cursos de pintura por correspondencia de la academia Oliva de Buenos Aires. este curso ayuda mucho a los niños a expresarse, al desarrollo de ciertas habilidades creativas, es un taller básico que sirve para el resto de los talleres”.

Un taller de fotografía debido al gusto que tenía el Che por esta práctica y ayuda a los niños a convertirse en cronistas de su tiempo.

Che fotógrafo

La década del 90 también fue testigo del surgimiento de la exposición Che Fotógrafo, por una idea de Lesbia Vent Dumois, actual vicepresidenta de la UNEAC. A raíz de unos fragmentos de texto del Che donde decía que había sido fotógrafo ambulante, Aleida March facilitó el acceso a esas imágenes a Vent Dumois, y se comprendió el valor que tenían no solo por ser tomadas por el Che sino también por su estética significativa. Entonces se monta una exposición con una muestra pequeña de las fotografías en la Galería Internacional de Casa de las Américas.

Con el tiempo se fue ampliando la colección porque se develaron otras fotos que estaban en rollos, “se realizaron impresiones sobre gelatina de plata para conservarlas con colaboración de Valencia, hasta alcanzar la cifra de 240 fotografías”.

Esa exposición ha estado en La Habana, Grecia, Japón, Venezuela, Valencia, Rosario, entre otras ciudades del mundo. 

Este año se tomó la decisión de realizar un recorrido por ocho provincias, inaugurada el pasado 8 de octubre en Santa Clara y con vistas a culminarse el 8 de octubre del 2021 en La Habana. La muestra cuenta con 277 fotografías.

“Es una exposición muy grande que sigue el orden cronológico de las fotografías tomadas por el Che, que empiezan desde su juventud y tienen varios grupos temáticos: desde autorretratos, retratos y una gran parte que son de industria”.

Calendario por provincias de la exposición Che Fotógrafo

Inauguración:

9 de octubre al 9 de noviembre en SANTA CLARA (duración de un mes) Aniversario 53 de su Asesinato en Bolivia. 

Provincias siguientes:

26 de noviembre al 26 de diciembre en CIENFUEGOS (duración de un mes). Aniversario 61 de su nombramiento como Presidente del Banco Nacional.  

28 de enero al 28 de febrero en SANCTI SPIRITUS (duración de un mes). Aniversario 60 de su nombramiento como Ministro de la Industria.   

12 de marzo al 12 de abril en CIEGO DE AVILA (duración de un mes). Aniversario 56 de la Publicación del ̏ Socialismo y el Hombre en Cuba ̋.  

22 de abril al 22 de mayo en CAMAGÜEY (duración de un mes). En conmemoración al Aniversario 56 de la misión Internacionalista del Congo Belga. 

14 de junio al 14 de julio en LAS TUNAS (duración de un mes). Aniversario 92 de su nacimiento.   

24 de agosto al 24 de septiembre en SANTIAGO DE CUBA (duración de un mes).  

9 de octubre al 9 de noviembre en LA HABANA (duración de un mes). Aniversario 54 de su Asesinato en Bolivia. 

A ya 53 años de su desaparición física, asumir su historia como propia es una de las mejores formas de no dejarlo morir. El Centro de estudios nos ayuda a hacerlo posible.

*Declaraciones ofrecidas por Daína Rodríguez González, Investigadora del Centro de Estudios Ernesto Che Guevara

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