El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, encabezó las conversaciones con sus homólogos de los países árabes sobre cómo gobernar la Franja Gaza, una vez que Israel haya completado su operación militar en el enclave palestino, reportó este jueves The Wall Street Journal.
A medida que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) continúan con sus avances en Gaza, los líderes israelíes y estadounidenses se enfrentan para decidir quién gobernará el territorio, densamente poblado, si Hamás es derrocado del poder.
¿En qué parará todo esto?
Se espera que el asunto se plantee durante la actual visita de Blinken a Israel y durante su posterior participación en una cumbre en Jordania. No obstante, aún es demasiado pronto para discutir detalles específicos, además de que todavía no existe un plan respaldado por Washington.
Varios analistas señalaron al periódico que una coalición de funcionarios de países de Oriente Medio, así como líderes locales palestinos, podría administrar Gaza de manera temporal hasta que el territorio esté en una mejor situación para elegir su propio liderazgo.
“Creo que Estados Unidos tendría que aceptar que Catar, Türkiye, Egipto y Jordania tienen que desempeñar un papel clave”, manifestó Tuqa Nusairat, director de estrategia del programa para Oriente Medio del Atlantic Council.
Dudas sobre la participación árabe
Si bien los funcionarios y expertos manifestaron que es importante el respaldo de los países vecinos, el vicepresidente de política del Instituto de Oriente Medio en Washington, Brian Katulis, advirtió que elaborar un plan de gobernanza en medio de una operación militar terrestre es “como preguntar sobre la limpieza después de un huracán de categoría 5 justo en el momento en que está sucediendo“.
En general, los vecinos árabes se muestran reacios a asumir un papel de gobierno, por temor a que pueda socavar su objetivo a largo plazo de un Estado palestino independiente. Por ejemplo, Egipto se ha resistido durante mucho tiempo a los llamados a gobernar Gaza por temor a que sea una excusa para expulsar a los dos millones de habitantes del enclave a la península del Sinaí.
“La idea de que las naciones árabes proporcionen fuerzas de seguridad para estabilizar Gaza, al mismo tiempo que Israel busca destruir los restos de Hamás es una ‘tierra de fantasía'”, aseveró Katulis.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, explicó previamente que el objetivo es destruir las capacidades militares de Hamás y su poder para gobernar, pero dejó en claro que su país no tiene ningún interés en volver a ocupar Gaza permanentemente.