Con un equilibrio favorable de altas- ingresos, 111 más recuperados que diagnósticos con COVID-19, y un total de 720 nuevos casos de coronavirus en una jornada cerraron las estadísticas del día de ayer en Cuba; disminuye así el número de pacientes activos.
Al decir del doctor Francisco Durán García, Director Nacional de Epidemiología, la distribución de positivos al SARS-Cov-2 es alarmante. La Habana con 362 casos en sus 15 municipios es la provincia más preocupante. Aunque alejadas de estas cifras, Mayabeque presenta 60 en sus 11 municipios y Camagüey 55 en 6 de sus 13 municipios. Son estos, en ese orden, los tres territorios más afectados por el coronavirus. En una posición más favorable está Las Tunas que, a pesar de evaluarmuestras en sus laboratorios, no presentó diagnósticos ayer.
En febrero, que aún no concluye, se han reportado seis mil casos más que en el mes anterior y 32 fallecidos por encima de enero. Cuba enfrenta la tercera oleada de rebrote epidemiológico y la situación no escampa. Aunque los números parecen descender falta todavía por ver.
A la detección de estos pacientes a contribuido que, desde el 15 de febrero, se implemente en La Habana un sistema de monitoreo epidemiológico desarrollado por la empresa DATYS. Este permite a las personas sometidas a PCR conocer a través de un sistema de mensajería de Cubacel o de llamadas a un teléfono fijo los resultados y trayectoria de sus muestras.
Por otra parte, el especialista, al hablar de las secuelas en los pacientes de la enfermedad, hizo énfasis en los fumadores y explicó: “el virus encuentra un pulmón que ya está dañado”. Por ello, las consecuencias pueden ser fibrosis pulmonar, neumonía, pérdida de la función pulmonar, etc. En otras partes del cuerpo también tiene reacciones como en el hígado, por la afección secundariade los medicamentos, y pérdida de la voz en ocasiones, por la entubación durante el proceso.