Recientemente, ha surgido un fenómeno inesperado en el mercado informal cubano: la devaluación del dólar estadounidense; que ha llevado a algunas reflexiones sobre el impacto que podría tener en la economía del país. Tras el alza de valor que venía experimentando esta moneda en los últimos meses, ahora su tasa de cambio se acerca a los 200 CUP.
Las preocupaciones relativas a este tema reflejan que, a pesar de que la devaluación del dólar podría parecer positiva, en la economía cubana la relación entre el tipo de cambio y los precios no funciona de manera convencional.
Por ello, aunque el peso se aumenta su valor y el dólar se abarata, los negocios dudan en reducir los precios, pues temen que la tendencia no sea estable. En consecuencia, no se avisora una disminución inmediata de los precios.
Otro aspecto alrededor del que giran las reflexiones es que la disminución en el valor del dólar indique una escasez más aguda en el futuro. La devaluación del dólar se ha producido en el marco de la reducción de la demanda de divisas de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) debido a las restricciones atribuidas a la bancarización. Si dichas empresas enfrentaran dificultades en el futuro para mantener sus inventarios, se podría generar una mayor escasez de productos básicos.