Por: Lioannis Carbonell Cabrera

Foto: Radio Rebelde

El equipo cubano necesitaba ganar y permitir menos de dos carreras frente a Taipéi de China. Ahora puede ser incluso primer lugar del grupo y evitar a Japón en el cruce de cuartos de final. Todo depende del resultado del partido entre Países Bajos e Italia.

Alguien dijo que “cuando se trata de amores, uno se ilusiona siempre” y fue esa la misma fe que arropó nuestros corazones ayer a las 11 de la noche. El equipo Cuba (#TeamAsere) definía su supervivencia en el V Clásico Mundial de Béisbol contra Taipéi de China en tierra de los asiáticos y muchos de nosotros nos sentamos frente al televisor con los dedos cruzados.

Los caribeños, aunque se jugaba en el Estadio Intercontinental de Taichung, salieron como Home Club con el derecho Elián Leyva en la lomita, de excelente desempeño en la Liga Mexicana. Las cosas no comenzaban bien. Luego de ponchar al primer bateador, envasó a segundo y tercero con pelotazo y boleto respectivamente; sin embargo par de chocolates, al cuarto y quinto maderos, cerraron el inning con scone de ponches.

La producción cubana comenzó temprano. Con hombres en primera y segunda, el cuarto palo del equipo, Alfredo Despaigne, conectó doblete al jardín derecho que trajo par de carreras para luego ser remolcado con jonrón de Arruebarruena (el primer vuela cercas del equipo en el torneo). Cerraba el primer episodio con el mejor escenario posible; ganando cuatro por cero.

Las variantes de clasificación pasaban por varios contextos, siempre con el supuesto de la victoria cubana, aunque no solo dependían de ellos, sino que definiría las cosas el partido de Italia frente a Países Bajos.

El hombre proa cubano, Roel Santos, ampliaba la ventaja empujando a Yadir Drake, para luego ser sorprendido en intento de robo. Redondeaba el marcador el segundo cuadrangular; esta vez era el big leaguer Yoan Moncada. Seis por cero para los criollos en el segundo capítulo.

Se nos daba el resultado mientras el público hacia de las suyas garantizando el ambiente en el estadio. Los cánticos de apoyo de los taipeyanos se escuchaban por encima de todo, pero Leyva mantenía su trabajo hasta que debió ser sustituido por molestias en su brazo de lanzar.

El pitcher mayabequense terminaba su faena luego de dos entradas y un tercio, sin aceptar carreras, un hit permitido, dos boletos y un pelotazo. Armando Jhonson traería entonces al también diestro Miguel Romero, de la organización de los Atléticos de Oakland. En dos y dos tercios de actuación propinó cuatro ponches y solo le conectaron un indiscutible.

Nuevamente, Roel movía los números de la pizarra. El granmense traía la séptima carrera con cohete a la pradera izquierda. El picheo era inmaculado y el bateo, hasta ese momento, oportuno. Onelkis García lanzaba par de entradas con dos cafés incluidos y en el final del “inning de la suerte” estuvo la posibilidad del nocaut; pero, con la primera y la segunda ocupadas sin out fallaba la tanda de Luis Robert, Despaigne y Arruebarruena por la vía de los strikes.

Todo quedaba listo para los matadores pinareños. El cierre de lujo del bullpen cubano. Liván Moinelo despachó el octavo capítulo de uno, dos y tres con solo 10 picheos. Parecía que el resultado sería el mejor posible, pero el equipo de Taipei nunca “colgó los guantes” y el público seguía empujando. Eran más de 20 mil almas coreando al unísono.

Noveno capítulo y bola en mano el súper sónico Raidel Martínez (el mejor cerrador de la liga japonesa en 2022) era el encargado de concluir la tarea. Un rolling por el campo corto que, el recién ingresado Luis Mateo no pudo resolver, le daba apenas el tercer indiscutible a los rivales de turno.

A ese nivel las imprecisiones se pagan caras. El quinto madero y mejor bateador del equipo Yu Chang, conectó una línea tendida entre center y right que impulsaba la primera y única carrera de los taipeyanos. Y eso fue todo, Raidel se recompuso y retiró a los otros dos bateadores.

En definitivas, se logró el propósito. El desvelo de millones de cubanos valió la pena y el #TeamAsere consiguió su segunda victoria 7×1 en el que fue, sin dudas, el mejor partido de los antillanos hasta ahora. Las posibilidades de pasar a la segunda ronda son muy altas, incluso, una derrota de los nerlandeses frente a los azzurri propiciaría que Cuba pasara como primer lugar del grupo, lo que evitaría el cruce contra Japón, pero son muchas las variantes.

Con todo y que se ganó, se bateó, el picheo respondió y la defensa fue certera, se cometieron errores que sacan a la luz las deficiencias técnico-tácticas del equipo.

Mandar a tocar a Yadil Mujica en el segundo episodio, ganando por cuatro carreras fue desacertado, más cuando el matancero ha demostrado estar en forma, tanto que, en ese mismo turno, conectó de hit, detalles que no se pueden repetir. Por el momento solo resta cruzar los dedos en espera de que se dé la combinación de resultados más favorable.

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