El mandatario de los Estados Unidos, Joe Biden, fue intervenido quirúrgicamente para extirparle una lesión cancerosa de su piel.
El presidente de los Estados Unidos, a sus 80 años de edad, fue diagnosticado el pasado mes de febrero con un carcinoma de células basales, una forma común de cáncer de piel. Con relación al reporte de su doctor de cabecera, Kevin O’Connor, el tejido canceroso se eliminó con éxito y no se requerirá más tratamiento.
O’Connor en comunicado distribuido por la oficina presidencial explicó, que el sitio de la extirpación en el pecho de Biden se ha curado muy bien y que el presidente continuará con exámenes regulares como parte de su plan de salud de rutina. Asimismo, destacó que no tienden a diseminarse como otros tipos de cáncer, pero pueden aumentar de tamaño, razón por la cual se extirpan.
Las células basales se encuentran entre las formas de cáncer más comunes y fáciles de tratar, especialmente cuando se detectan temprano. Los tumores malignos de la piel de tipo no melanoma se encuentran entre los más frecuentes entre la población y representan el 6% de todos los cánceres detectados.
La extirpación quirúrgica, el legrado y desecado aplicados a Biden se encuentra entre los tratamientos más habituales para lesiones de pequeño tamaño.
De acuerdo al último dictamen del médico de la Casa Blanca, el presidente estadounidense se encuentra “sano” y “vigoroso” y está en condiciones de ejercer sus funciones presidenciales. Se le practicaron pruebas neurológicas detalladas y no se detectaron indicios de dolencias como enfermedad de Parkinson, infarto cerebral o esclerosis múltiple.