Feministas de toda Latinoamérica, que enfrentan desprotección en países como El Salvador; miedo a perder derechos en Argentina; intensos debates políticos en Brasil y avances en México; se manifestaron este jueves durante el Día por la Despenalización y Legalización del Aborto.
En El Salvador, activistas de la Asamblea Feminista denunciaron la penalización total del aborto como la “mayor expresión de violencia” contra las mujeres, acusadas de homicidio agravado y condenadas a penas de 30 años de prisión, incluso en casos de abortos involuntarios.
Precisamente, este jueves hubo cuestionamientos sobre cómo el Estado tratará el caso de una niña, víctima de violencia sexual por un miembro de la Fuerza Armada en complicidad con otros soldados, si además enfrenta un embarazo forzado, una situación que ha generado preocupación y críticas por el manejo que se le ha dado y la falta de protección a la infancia.
Asimismo, cientos de mujeres se concentraron en el centro de Santiago de Chile en un “pañuelazo” que enfatizó la defensa de la ley de interrupción del embarazo frente a los “riesgos” de la actual propuesta constitucional, impulsada por el Partido Republicano, que busca derogar la ley de aborto vigente en Chile.
También, en Argentina preocupan las propuestas que pueden suponer un retroceso en el derecho al aborto, conquistado hace dos años después de un complejo proceso, y contra las que miles de mujeres y colectivos feministas de Argentina marcharon en una gran marea verde.
“Ni presa por abortar ni muerta por intentar”, “Ser madre es una decisión, no una imposición”, y “Fuera la religión de nuestros ovarios”, constituyen lemas que exponen en carteles las feministas.
Este grupo social sostiene la lucha para alcanzar el acceso al aborto seguro y legal, cuya disponibilidad es la mejor forma de proteger la autonomía y reducir la mortalidad materna.