Pedro Pierluisi rechazó en sus redes sociales las opiniones del mandatario cubano acerca de la independencia de la isla boricua.
El paso de Miguel Díaz-Canel por República Dominicana durante la XXVIII Cumbre Iberoamericana ha dejado como consecuencia una disputa con el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, que se mostró molesto la noche del sábado por una alusión del mandatario cubano a la independencia de ese territorio asociado a Estados Unidos.
“Reafirmamos el compromiso histórico con la libre determinación y la independencia del pueblo de Puerto Rico”, dijo Díaz-Canel en un discurso en el que tampoco faltó la defensa de los ausentes dirigentes de Nicaragua y Venezuela, socios ideológicos de La Habana, o el apoyo a la recuperación de las islas Malvinas para Argentina.
Las palabras no sentaron bien en la Gobernación puertorriqueña y, pocas horas después, su titular lo demostró en su perfil de Facebook.

Invitado por el presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, Pierluisi no participó en los trabajos de la Cumbre, de la que Puerto Rico no es miembro, pero sí en la noche inaugural del evento, el pasado viernes.
“Si bien mi presencia se limitó a tal actividad, no puedo pasar por alto las expresiones que hiciera el presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, haciendo un llamado a la independencia de Puerto Rico en la sesión de hoy”, comunicó Pierluisi en redes sociales.
“Aquí creemos en la democracia, y se debe respetar el deseo de la mayoría de nuestro pueblo a favor de la Estadidad y la Igualdad bajo la bandera de los Estados Unidos”, señaló.
Puerto Rico es un estado libre asociado de los Estados Unidos. En el 2020, en un plebiscito no vinculante en torno a la estadidad, la anexión de Puerto Rico a Estados Unidos recibió el 56.77% de los votos registrados.
La presencia de Díaz-Canel y otros gobernantes de izquierda de la región en la Cumbre Iberoamericana, fue rechazada por activistas que protestaron en Santo Domingo.
Los participantes en la cumbre de jefes de Estado y Gobierno en Santo Domingo buscaban impulsar fuertes reformas al sistema financiero internacional para estimular los mercados de crédito en América Latina.