Tomado de Cubadebate

Bajo el título «La hoguera de la vieja Cuba», el grupo de debate digital La Manigua ha presentado una declaración conjunta contra la plataforma digital La Joven Cuba (LJC), manifiesto que se enfoca en un texto publicado en dicha página el pasado 13 de abril, relativo a las recientes tensiones en torno al Movimiento San Isidro (MSI).
«Rechazamos que un medio de prensa “alternativo”, que se autodenomina “de izquierda” y que en su momento se consideró “revolucionario”, permita la publicación de un material que señala al MSI como “representantes de los marginados”, o que los presente como “intocables”, lanzando amenazas contra quienes defendemos el socialismo, al aseverar que se volverían mártires», expresa el escrito de La Manigua.
La declaración describe a «La hoguera de San Isidro» –así se titula el artículo de LJC– como «un trabajo reaccionario y manipulador al hacer apología al infame MSI y su accionar generador de violencia. El texto no solo intenta legitimar a un puñado de personas que son instrumentos de la política de agresión contra Cuba, sino también suavizar la imagen de este reducido grupo el cual definen como “gente guapa y pobre” y que “no tienen nada que perder”».
El artículo circulado –arguye La Manigua– es insultante para los sectores más humildes de la sociedad, al afirmar que estos se identifican con un grupo vinculado a actividades delictivas y de bajos valores éticos y morales.

«Es una bofetada al pueblo cubano argumentar que este puñado de personas “ha ganado respeto por la imagen de valentía que proyecta”».

El manifiesto acusa al MSI de mercenario por sustentar su activismo político en pagos de entidades extranjeras como la embajada de Estados Unidos en Cuba y el Instituto Nacional Demócrata. Igualmente, califica de deshonrosa traición el hecho de pedir una agresión militar extranjera.
De acuerdo con el texto, LJC emplea una engañosa retórica de izquierda tratando de confundir al público y emplea excusas pueriles, evitando transparentar su financiamiento.
Esta declaración asevera que el socialismo cubano será defendido a ultranza en todos los terrenos y que el pueblo, en unión inquebrantable con el gobierno, se impondrá frente a los intentos de derribar la Revolución.
«Es una bofetada al pueblo cubano argumentar que este puñado de personas “ha ganado respeto por la imagen de valentía que proyecta”. Una vez más, la mal llamada La Joven Cuba ha dejado entrever bajo la máscara su verdadero rostro de vieja, cerrando filas con los enemigos de la patria. Las revolucionarias y los revolucionarios que firmamos este documento, solo reconocemos La Joven Cuba antiimperialista de Antonio Guiteras».
Según La Manigua, suscriben la declaración conjunta los siguientes espacios:
Patria o Muerte, Venceremos; Canal y Grupo de Telegram La Manigua; Grupo de Twiteros Tropa CHE; Canal y Grupo de TelegramKarlitos Marx; Grupo de Telegram Somos Cubanía; Canal de Telegram La Comuna; Canal y Grupo de Telegram La Vacuna Cubana; Canal y Grupo de Telegram Vacunas Cubanas contra la Covid-19; Canal y Grupo de Telegram Realidad Cubana; Canal de Telegram Cuba Es Arte; Grupo de Facebook Blogueros Revolucionarios; Grupo de Facebook Primera Línea; Grupo de Facebook Desmintiendo a los Enemigos de la Revolución; Grupo de Facebook Red Tocororo; Grupo de Facebook #ElBloqueoEsReal; Grupo de Facebook Los Valores que Defendemos; Grupo de Facebook Fake News vs Cuba; La Página de Mauro Torres; y Proyecto Digital Cuba No es Miami.

Foto de La Manigua
Grupos de debate alinean discurso frente a la LJC

El artículo… ¿qué dice?

El texto de LJC, firmado por el periodista José Manuel González Rubines, inicia calificando lo ocurrido el 4 de abril como una prueba de fuerza del MSI, cuyos miembros «quisieron saber hasta qué punto la gente los acompañaría». También les permitió determinar «cuáles eran los límites que la Policía no estaba dispuesta a rebasar», indica el artículo en sus primeros párrafos.
«No todos los congregados corearon sus estribillos, pero tampoco se retiraron en masa o se opusieron», sintetiza, para más adelante referirse a la amplia gama de reacciones que provocó el hecho de frente a la ciudadanía.
El articulista se plantea una pregunta que define como clave: «¿pretende el Movimiento San Isidro «representar» a todos los que desean un cambio en Cuba?», en su opinión, la respuesta es «no». El MSI –establece este trabajo de opinión– busca una transformación radical del país (derrocar al gobierno), sin embargo no han esbozado de manera pública las bases programáticas del pretendido cambio, viéndose en algunos de sus miembros un coqueteo con el anexionismo.
Para el autor, fue la manifestación del 27 de noviembre la que posicionó en todos los sentidos y le dio capital simbólico al MSI. «En esta acción del cuatro de abril –insiste– se acompañaron de una base social donde tienen todas las de ganar».
En lo adelante se hace alusión a una investigación de la politóloga de Harvard, Erica Chenoweth, que, actualizada en 2020, analiza una serie de movimientos de protesta acaecidos entre 1900 y 2006.
«Para tener probabilidades de éxito en derrocar a un gobierno, una manifestación debe contar con alrededor del 3.5 por ciento de la población de un país», referencia el autor y recuerda que, en el caso de Cuba, ello se traduce en cerca del 20 por ciento de la población capitalina, unas 395 mil personas.

El articulista nos invita a no ser categóricos en cuanto a la posibilidad de que una manifestación de estas dimensiones ocurra en Cuba,

y sustenta que los sucesos de agosto de 1994 se relacionan con el MSI en la base social de ambos: personas en situación de vulnerabilidad.
Se condensan en el texto cuatro diferencias sustanciales respecto al llamado Maleconazo: la presencia de Internet, el cierto grado de organización de un presunto motor que sería el MSI y su apoyo extranjero, la inexistencia en estos días de aquella política migratoria de EE.UU. que propiciaba el éxodo, y la ausencia de un líder con las características de Fidel.
«El Movimiento San Isidro ha puesto sobre la mesa la protesta de los marginados de la ciudad», alega el artículo y resalta que «con un discurso que busque articular consensos, podrían conseguir una ascendencia sobre cada vez más personas». Indica, asimismo, que el MSI se presenta como una resistencia ante la dominación «élite».
Otro de los elementos «tocados» por el trabajo resulta, desde la opinión del articulista, el creciente descrédito de los espacios estatales de denuncia al MSI, incluso pudiendo este ser culpable de lo que se le acusa en dichos espacios.
Una de las últimas ideas del texto se enfoca en presuntas soluciones, explicando que no sería suficiente resolver la problemática de la pobreza, ya que estos grupos también poseen vindicaciones políticas.
Al cierre, el autor alerta que de haber un mártir dentro del MSI, ello traería consecuencias difícilmente reversibles.

Otra crítica a «La hoguera de San Isidro»

El estudiante de periodismo Pedro Jorge Velázquez (PJV), emitió en sus redes sociales una serie de interpretaciones acerca de determinados fragmentos de «La hoguera de San Isidro». A continuación, las reproducimos íntegramente algunos de sus TIPS:

«El Movimiento San Isidro se presenta ante la población marginada y vulnerable de los barrios pobres de la vieja ciudad, como la resistencia frente a la dominación de la élite».

PJV: Se usa el discurso de izquierda para atacar al gobierno de izquierda llamándole “ÉLITE”, sin embargo no se dice que es el MSI servidor probado de la ÉLITE DE PODER MUNDIAL que desea restaurar una ÉLITE BURGUESA en Cuba que aplaste los derechos del pueblo.

«Maykel Osorbo con unas esposas a medio poner alzadas al viento es el símbolo de eso. Y nadie dude del poder de un símbolo».

PJV: Le otorgan legitimidad a uno de los líderes de la organización pagada quien es, precisamente, el que pidió una intervención militar en Cuba en claro posicionamiento anexionista.

«El MSI ha ganado respeto por la imagen de valentía que proyecta».

PJV: ¿Respeto de quién? ¿Será del equipo de LJC, no?

«Poseen el potencial y hasta ahora no han recibido un contragolpe efectivo».

PJV: Según LJC, el MSI no tiene forma de fracasar en el actual contexto político.

«Una solución para disminuir el oxígeno al fuego de San Isidro sería cambiar las condiciones políticas y económicas que le dan origen y sustento»

PJV: O sea, una solución a este problema es para LJC implementar un capitalismo de libre mercado con el modelo de “democracia” liberal y así regalarles el país. ¡Qué bien!

«Los de San Isidro son gente guapa y pobre, no tienen nada que perder».

PJV: «Guapos y pobres»: «guapos» para obviar que tienen el apoyo de las potencias occidentales y de los grandes medios; y «pobres» para que se diluya el hecho de que cobran dinero del Departamento de Estado y sean la viva representación de usted, de mí y de cualquiera, aunque no sepan ni siquiera de dónde salimos ni a dónde iremos como pueblo en el neoliberalismo que desean en donde ellos ya no serán los líderes.

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