The New York Times ha publicado un artículo criticando la inclusión de Cuba en la lista de estados patrocinadores del terrorismo. Los primeros párrafos, por cierto, encajarían perfectamente en las páginas de cualquier medio oficial cubano (algunos de los otros bloques seguro que no, pero eso ya es política editorial de cada uno).
Mientras tanto, 200 soldados puertorriqueños viajan de San Juan a Estados Unidos para unirse a un contingente de 20 mil uniformados que estarán de servicio durante la investidura de Biden, donde, se rumorea, puede ocurrir cualquier cosa.
¿Volverán los escopeteros semidesnudos con gorros de mapache? ¿Quién sabe? De cualquier forma la tienen difícil; ya se reportan más de 100 detenidos ante la sospecha de que hayan participado en los sucesos del Capitolio. Dice Christopher Wray, director del FBI, que la postura de la organización que comanda es agresiva y que así se mantendrá durante la toma de posesión. (¡Tápate!)

Mientras esto ocurre, Trump continúa luchando contra el aburrimiento y ahora aprobó medidas unilaterales «dedicadas» al Ministerio del Interior –cubano–. Dice Pompeo que en la Mayor de las Antillas existen, por lo menos, 100 presos políticos. Hay números que se me repiten por acá.
Indonesia y la traída de las desgracias
Difícil cerrar la semana sin mencionar a Indonesia donde, al parecer, la poca fortuna ha hecho de las suyas durante los últimos días. Tres complejas e independientes situaciones han entrado al ruedo de manera casi simultánea.
En la madrugada de este viernes, un terremoto de magnitud 6.2 azotó una de sus islas: Célebes. Telesur informa sobre 36 muertos y más de 600 heridos, mientras El País da fe de que los decesos ya alcanzan los 42 y los heridos superan los 800. Autoridades locales pronostican que las cifras tristemente seguirán subiendo.

De acuerdo con el rotativo español, el fenómeno ha provocado el desplazamiento de 15 mil locales. Casas, hoteles y edificios de la administración pública sufrieron graves daños, en tanto en la capital provincial, Mumuju, el hospital se desplomó, aprisionando así a pacientes y personal de salud.
Por otra parte, este 15 de enero, Indonesia amanece con 12 mil 818 nuevos casos positivos a la Covid-19, “acomodándose” en el podio del más castigado por la pandemia en el sudeste asiático, con 882 millares de infectados en su rango histórico.
Según Prensa Latina, el número supera a la sumatoria de los casos registrados por sus nueve vecinos regionales. Ese monto de casos dados a conocer en el día, constituye el sexto récord para esa nación en poco más de una semana.
El listón de muertes también campea por su respeto. Hoy arribaron a 25 mil 484 tras sumar 238 nuevos decesos a causa del Sars-Cov-2.
Siguiendo la triste línea de las desgracias, precisamente este viernes un grupo de especialistas efectuó la revisión de una de las cajas negras pertenecientes a la aeronave que se estrellara en días recientes tras despegar de Yakarta. El suceso cobró la vida de 62 personas.
La segunda caja negra, crucial para cerrar la investigación, aún no se encuentra. En pos de su «captura» y en medio de un complejo clima, laboran más de 160 buzos y cerca de tres mil 600 efectivos en barcos y medios aéreos de identificación.
¿Necesitarán ayuda los amigos de Indonesia? ¿Quién salta?
Cuatro toques…
En Afganistán, los talibanes atacan y le llevan la vida a cerca de catorce personas, entre las que se incluye un civil.
De la República Centro Africana parten cerca de 60 mil desplazados hacia la Democrática del Congo, a causa de la violencia de grupos belicistas contrarios al gobierno.
En Argentina hay marchas por la libertad de Piedad Córdoba, al tiempo que un avión aterriza en Moscú en busca de la segunda dosis de la vacuna Sputnik V, contra la Covid-19.
En México la pandemia sigue mordiendo duro y al cuello, cual perro de pelea, agresivo, matón, persistente.
Por lo demás, el mundo sigue medio parecido…