La nación oriental no solo sufrió grandes pérdidas humanas, sino también, la destrucción de importantes edificaciones que se traducen en cifras monetarias elevadas.
El Banco Mundial comunicó que el terremoto de febrero pasado en Siria causó daños materiales directos estimados en cinco mil 100 millones de dólares, y exacerbó la devastación en un país ya agotado por años de guerra civil.
La institución financiera declaró que luego de una evaluación completa y rápida de los daños, el valor actual de los edificios e infraestructuras afectadas o destruidas representa alrededor del 10 por ciento del Producto Interno Bruto de la nación árabe.
Indicó el BM que entre las instalaciones deterioradas sobresalen sitios del patrimonio cultural en áreas históricas sirias.
“Estas pérdidas engrosan la devastación, el sufrimiento y las dificultades que ese pueblo sufre durante años de guerra”, dijo Jean-Christophe Carré, director regional del Departamento de Medio Oriente del Banco Mundial.
