La cantante irlandesa Sinéad O’Connor murió ayer martes a los 56 años, según indicaron medios irlandeses. Su familia ha anunciado su muerte a través de un comunicado que emitió la televisión: «Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestra querida Sinead. Su familia y amigos están devastados».
O’Connor saltó a la fama con el sencillo Nothing Compares 2 U, compuesto por Prince, que llegó a ser número uno a nivel mundial en los Billboard Music Awards de 1990.
El videoclip de la canción mostraba un primerísimo plano de su rostro, visiblemente conmovida hasta las lágrimas, con una, para entonces, muy inusual y atrevida cabeza rapada, que la llevó a convertirse en un ícono.
Grabó 10 álbumes de estudio durante su prolífica carrera, pero su mejor momento fue la década de los años 90 del pasado siglo, cuando deslumbró al mundo con su original timbre de voz .
O’Connors murió apenas 18 meses después de perder a uno de sus cuatro hijos. Shane se suicidó a los 17 años, luego de escapar del hospital donde se encontraba ingresado bajo vigilancia, tragedia que marcó a la artista, quien, en su última publicación en las redes sociales, escribió: “He estado viviendo como una criatura nocturna no muerta desde entonces. Él era el amor de mi vida, la lámpara de mi alma”.
Además, canceló todas las actuaciones que tenía previstas en 2022 por el “dolor continuo” que le produjo la muerte de Shane.
Tras esta tragedia, la cantante, que batalló con sus problemas mentales durante años, tuvo que ser ingresada unos días en un hospital.
Sinéad O’Connor fue un talento precoz que usó la música como un medio para lidiar con sus demonios. Una figura contradictoria en muchos sentidos, que siempre se negó a seguir las líneas establecidas, algo que probablemente hizo que lograra menos éxito del que merecía.