El muro fronterizo entre México y Estados Unidos, erigido durante el mandato del presidente Donald Trump, tiene un impacto perjudicial en el medio ambiente y en sitios de relevancia cultural, según un informe de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de Estados Unidos (GAO).
El documento de 72 páginas revela que las barreras levantadas a lo largo de la frontera suroeste de Estados Unidos han causado “daños y destrozos significativos” en el medio ambiente y en lugares de importancia cultural. Estos daños incluyen la interrupción de la migración de especies en peligro de extinción, la erosión del suelo, la alteración del flujo de agua y daños “irreparables” a sitios sagrados de las tribus.
La instalación de barreras peatonales en áreas remotas restringe la movilidad de los animales como lobos, ocelotes y berrendo de Sonora.
Durante la construcción, se desviaron aguas subterráneas del Refugio Nacional de Vida Silvestre de San Bernardino, lo que provocó el drenaje de algunos estanques y amenazó los niveles de agua de otros.
Además, se informó que algunos lugares históricos y sagrados para las tribus fueron dañados o destruidos durante la construcción del muro. Entre ellos, un enterramiento en el desierto de Sonora cerca de un manantial sagrado y el Monument Hill en Arizona, un lugar históricamente utilizado para ceremonias religiosas por la tribu Tohono O’odham.
La decisión del presidente Joe Biden en 2021 de suspender la construcción también tuvo un impacto negativo en el medio ambiente. Dejó infraestructuras críticas incompletas y causó la muerte de muchos cactus saguaro, que son sagrados para los miembros de Tohono O’odham.
La GAO recomendó a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza y al Departamento del Interior que evalúen las lecciones aprendidas sobre el impacto del muro y trabajen juntos para minimizar sus consecuencias negativas.