El pasado 26 de abril, el equipo de Alma Mater informó la decisión del Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas de liberar de sus funciones a Armando Franco Senén, director de la revista.
Posterior a este suceso, las redes sociales han estallado con diversas opiniones. Gran parte del gremio periodístico ha manifestado su apoyo a Alma Mater, así como el reconocimiento del buen ejercicio desempeñado por Franco Senén en los últimos años.
Al respecto, Ricardo Ronquillo Bello, presidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), publicó hace unas horas su opinión de los hechos y del periodismo que se quiere y se necesita construir.

“Nos entristece, como a tantos colegas y seguidores de Alma Mater, la decisión adoptada con relación a Armandito y la publicación.
Desde la UPEC hemos apoyado sus proyectos, como los de todos los que se esfuerzan en el sistema de prensa por modernizar el lenguaje, los códigos y estéticas, así como acrecentar su autoridad y alcances en tiempos en que hace aguas el modelo medio céntrico y las audiencias, cada vez más fragmentadas, tienen que ser conquistadas con profesionalidad y altura ética indeclinables.
Algo que en Cuba debe lograrse en las condiciones de una perversa y mezquina agresión mediática, de una componenda trasnacional derechista y mentirosa.
Siempre hemos dicho que lo más complejo será ganar la atención y el respeto de las juventudes -en plural- de nuestro país. Ser un medio fundamental, como establece la Constitución, hay que ganarlo. No es un título que regala la Carta Magna en sus postulados, hay que disputarlo todos los días en una puja simbólica extraordinaria, en este país cercado.
La prueba de nuestro apoyo a los muchachos de Alma Mater está en los resultados de los festivales nacionales de la prensa y nuestros concursos nacionales. Los jurados no responden a órdenes de la Presidencia, los cuales tienen plena autonomía para sus decisiones, pero ni los más críticos ni quienes se aprovechan de estos hechos y los sentimientos que despiertan, podría desconocer la valía de los proyectos profesionales que en esos eventos descuellan y se reconocen por su nivel de creatividad, innovación y agendas cercanas a los intereses de las audiencias, que para nada son mayoritariamente anti socialistas en esta tierra.
Las búsquedas pueden conducir a errores y estos basta ventilarlos, como siempre aconseja Raúl Castro, cuyas ideas acaban de condensarse y presentarse en un texto tremendo, mirándonos a los ojos y hablándonos con sinceridad. Ese es el nuevo modelo de prensa que se defiende desde la UPEC, con el apoyo decidido y público del Partido Comunista, que acaba de expresarse en el Pleno que terminó este miércoles.
Para ese propósito funcionan ahora mismo un grupo intergubernamental y varios subgrupos, se colegia una ley de comunicación, que será sometida a debate próximamente, junto a un paquete legislativo. Lo hacemos sin alardes ni alharacas, porque la mejor manera de proclamar el bien es haciéndolo, convencidos de que el socialismo libertario y auténticamente cubano que hemos ido diseñando en estos años, y recogido en la nueva Constitución, lo demanda.
Julio García Luis, referente indispensable del periodismo revolucionario cubano, sostuvo y demostró, en estudios y análisis que deberían ser cabecera de todos los que amamos a este país, que sin cambiar la prensa no podríamos hacerlo con el socialismo.
Que nos guíe a todos en estos momentos, que se prestan para la confusión, el amor a Cuba. Tener la grandeza y la humildad de superarlo sin que sus consecuencias beneficien a los que quieren y apuestan al odio, los resentimientos y la revancha o al ataque y descrédito de las instituciones de la Revolución.
Hay que ser grande, de una grandeza como la de Carlos Manuel y otros tantos de nuestra historia, como para no dejarnos arrastrar contra nosotros mismos. Lo esencial, como en El Principito, es invisible a los ojos”.