Este viernes, el banco Silicon Valley, protagonizó la mayor quiebra bancaria en Estados Unidos desde la crisis financiera mundial de hace más de una década.
Después de una semana tumultuosa que vio un intento fallido de recaudar capital y un éxodo de efectivo de las nuevas empresas tecnológicas que habían impulsado el ascenso de la entidad, el decimosexto banco más grande de Estados Unidos, Silicon Valley Bank (SVB), colapsó.
Frente a esa situación, los reguladores bancarios tomaron posesión del banco y designaron como síndico a la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés), que a su vez se apresuró a cerrar la entidad financiera.
Los depósitos del banco se encuentran actualmente bloqueados y en suspensión de pagos.
La oficina principal y todas las sucursales del Silicon Valley Bank reabrirán sus puertas el 13 de marzo.
El organismo regulador prometió que los depositantes asegurados tendrán acceso a sus fondos a más tardar el lunes por la mañana, mientras que los clientes no asegurados obtendrán un certificado de administración judicial por el monto restante de sus depósitos.
Silicon Valley Bank es la primera institución asegurada por la FDIC que quiebra en el presente año. De otra parte, es el segundo prestamista regional en cerrar esta semana, después que Silvergate Capital Corp. anunciara la liquidación voluntaria de su banco, lo que levantó una ola de ventas de acciones bancarias y turbulencias en el sector.
Los problemas empezaron a acechar al SVB una vez que el Founders Fund de Peter Thiel y otras firmas de capital de riesgo de alto perfil aconsejaran a las compañías de sus carteras retirar el dinero del banco. Tales llamamientos se produjeron después que la empresa matriz SVB Financial Group intentara recaudar más de 2 mil millones de dólares para hacer frente a una pérdida significativa en su cartera. Recientemente, sus acciones cayeron en 60% y a continuación sufrieron otra baja considerable.
Al buscar opciones para cumplir con los retiros de sus clientes, SVB vendió el miércoles una cartera de bonos de 21 mil millones de dólares, compuesta principalmente por bonos del Tesoro de EE.UU. Por otra parte, anunció que vendería 2 250 millones de dólares en acciones preferentes ordinarias y convertibles para intentar cerrar su brecha financiera.
Para finales del año pasado, el banco tenía cerca de 209 mil millones de dólares en activos totales y unos 175 400 millones más en depósitos totales. Al momento del cierre, la cantidad de depósitos que excedían los límites del seguro no estaba determinada, comunicó la FDIC.