Hay que hacer un mundo protegido de la hipocresía Tom Wolfe
Desde que Truman Capote escribiera su legendaria, In Cold Blood (A sangre fría) la cual derriba las fronteras entre la ficción y la realidad, entre el reportaje y la novela, un grupo de jóvenes periodistas estadounidenses comienzan a aplicar en sus trabajos recursos narrativos asociados tradicionalmente a la literatura de ficción, con la finalidad de otorgar, a los textos periodísticos, una calidad estilística y narrativa que comenzaba a perderse ante el predominio del modelo objetivo del periodismo norteamericano.
En este grupo de jóvenes periodistas se enmarca Tom Wolfe, considerado por algunos investigadores como el “maestro del Nuevo Periodismo”. Resulta el autor de la impactante novela The Bonfire of the Vanities (La hoguera de las vanidades) la cual sintetiza en sí los rasgos principales del Nuevo Periodismo y presenta un cuadro de sátira sobre las costumbres de la sociedad neoyorquina en la década de 1980, caracterizando el universo de los ejecutivos de finanzas.
La New York de Tom Wolfe
En The Bonfire of the Vanities, Wolfe describe a la ciudad de forma magistral; realiza una mezcla sutil entre aspectos reales contados de manera objetiva y valoraciones totalmente personales. Este autor no solo nos describe el contexto cultural, social y temporal en el cual transcurre la novela, sino también, indaga en los detalles más ríspidos de cada uno de estos marcos. Al ser un narrador completamente omnisciente, se vale de sus personajes para ofrecer las pinceladas de una ciudad tan cosmopolita como New York, partiendo de disímiles puntos de vista; muestra todas las caras de una misma realidad.

En la novela se percibe el arduo trabajo de recolección de información e investigación efectuada por Wolfe. La historia, por su parte, revela una trama magníficamente hilvanada donde todo es lo que parece y nada queda oculto a la vista del lector. Tom Wolfe convierte una realidad totalmente subjetiva en la única realidad que importa contar, pues esa minuciosidad de exponer la verdad emerge en todo su texto.
Con The Bonfire of the Vanities, Wolfe pretende explicar hasta qué punto el dinero y la fama son inútiles para salvar a un individuo quien tiene en su contra situaciones y circunstancias muy desfavorables. Asimismo, devela un marco de hipocresía y juego de apariencias donde las convenciones sociales cambian acorde a las conveniencias del momento. Las frases cortas, tajantes, las acciones continuas, el uso del lenguaje vulgar en los diálogos (tanto entre personajes como en reflexiones propias) resultan una pequeña muestra de su indudable talento a la hora de motivar y deslumbrar al lector con una novela que atrapa de principio a fin.