La violencia desatada ha dejado un saldo devastador en México, con una serie de ataques armados que han cobrado la vida de al menos 24 personas, incluyendo una docena de funcionarios policiales. Estos ataques ocurrieron en regiones afectadas por el narcotráfico y han generado gran preocupación en el país.
El incidente tuvo lugar en Coyuca de Benítez, en el estado de Guerrero, donde una emboscada a una patrulla policial. Aunque no se ha proporcionado un número exacto de policías y civiles fallecidos, imágenes compartidas en redes sociales mostraron a agentes tendidos en el suelo, aparentemente sin vida.
Además, otros 4 civiles y un oficial de policía perdieron la vida en un atentado en Tacámbaro, estado de Michoacán.
Estas regiones han sido escenario frecuente de hechos violentos atribuidos a los cárteles del narcotráfico, que utilizan estos territorios estratégicos para el tráfico de drogas en la costa del Pacífico. En el caso de Guerrero, los informes preliminares de las autoridades indican que 11 miembros de la policía municipal fueron víctimas mortales, y el alcalde confirmó la muerte de dos funcionarios más.
Las imágenes que se difundieron en redes sociales muestran a agentes aparentemente sin vida, con las manos atadas, así como a otros junto a un individuo vestido de civil y armado. Además de estos ataques, en San Miguel Canoa, estado de Puebla, un enfrentamiento a tiros entre presuntos vendedores de drogas resultó en 6 muertes.
Estos eventos subrayan la grave situación de violencia que enfrenta México en relación con el crimen organizado. El Gobierno y las autoridades locales continúan trabajando para abordar estos problemas y garantizar la seguridad de la ciudadanía. Sin embargo, estos trágicos incidentes muestran la necesidad de reforzar las acciones para combatir la violencia y garantizar el estado de derecho en todo el país.